Don Pantaleón Simón, Alcalde de San Juan Comalapa.
Por Juan de Dios Simón
En
una de las paredes de la municipalidad de San Juan Comalapa están las fotos de
los alcaldes que han administrado el municipio. No obstante, en la galería
falta la foto de un alcalde que estuvo en el gobierno local de Comalapa durante
uno de los periodos entre 1951-1952, y 1953-1954 don Pantaleón Simón. Antes de 1970 el municipio de Comalapa no era
de segunda categoría por lo que en lugar de tener alcaldes cada cuatro años,
solo duraban dos años en el gobierno local.
Se sabe que Don Pantaleón
Simón, era Arevalista. Apoyó la
transición que hubo después del gobierno de Jorge Ubico hacia el Dr. Juan José
Arévalo que fue presidente de Guatemala entre 1945 y 1951. Don Pantaleón Simón fue electo alcalde por dos años durante el gobierno del coronel Jacobo Árbenz Guzmán.
En una de las largas
conversaciones con Doña Mercedes Sotz Salazar (QED quien fue esposa de don Pedro Simón Gómez), nos contó la siguiente anécdota: “Durante la
alcaldía de don Pantaleón Simón, quien actuaba en su calidad de alcalde y juez,
y tenía control de “los justicia”; (personas que apoyaban la seguridad y hacer cumplir la ley) llegó un finquero a pedir 15 mozos. Era usual que solo se
notificara a la persona y debía irse en el camión que los llevaba a las
fincas. El alcalde escuchó al finquero
y al terminar le preguntó. ¿Por cuánto
tiempo los va a necesitar? "Tres meses, una vez termine la cosecha!" dijo el finquero. ¿Cuánto les va a pagar? continuó el
alcalde. ¡El finquero respondió… "ah
Puchicas! ¡Nosotros nunca pagamos a esos
indios vagos, es un favor lo que les hacemos para que el trabajo libere su
espíritu y sean buenos cristianos!" Don
Pantaleón sonrió y dijo: "ellos también
tienen familias, tienen hijos que alimentar por lo que debe indicarme cuanto
les va a pagar para buscarle sus trabajadores".
¡El finquero se fue enojado... y gritó... “¡eso pasa cuando los
comunistas llegan a gobernar!.
Durante la vigencia de la
Ley contra la Vagancia Decreto 1996, aprobado en 1934 por Jorge Ubico había trabajo forzado para muchas
personas pobres, naturales que, ante la falta de empleo, analfabetos y
descalzos, eran acusados de vagos y eran mandados a las fincas a trabajar de
manera gratuita. A otros los mandaban a picar piedra en los caminos, o hacían trabajo comunitario por Q.0.25 centavos diarios, (equivalente a 0.04 centavos de US$). En esa época, muchas personas mientras comían su
almuerzo o cena, recibían la notificación de que tenían que ir a trabajar a las
fincas o presentarse en algún lugar indicado por el gobierno. Parecía
planificado para amargarle el sabor de la comida, según cuentan los ancianos. Muchos para evitar quebrar piedras en las
carreteras voluntariamente iban como jornaleros a las fincas. Al regresar de la costa, muchos traían llagas, cicatrices en las piernas de picadura de serpientes y picazón de bichos. Después de la caída de Ubico se creó la
clasificación de “empleado”, se creó un código de trabajo y se creó el IGSS y se derogaron prácticas de trabajo forzado.
A principio de los años 50s todavía había resabios de trabajo forzado casi una
semiesclavitud que afectaba particularmente a los campesinos, analfabetos y
quienes no podían hablar “la castilla”.
Quizá el alto nivel de analfabetismo imperante y al observar la condición de campesinos que no poseían los medios necesarios de subsistencia
motivó a Don Pantaleón Simón a pedirle a su hijo don Pedro Simón Gómez que siguiera estudiando, que apoyara el desarrollo local y que sus nietos fueran a la escuela.
![]() |
Pedro Simón Gómez |
Sus nietos don Benigno Simón Sotz (QEP), Santiago Simón Sotz (QED) y Manuel Pantaleón Simón Sotz (QED), fueron maestros. A principios de los años 60s, ser maestro en Comalapa era ser una persona respetable!.
Don Pantaleón Simón, vivió
con su esposa doña Juana Gómez-Cúmez, en el cantón 7, de Comalapa, actualmente conocido como la zona 3 del municipio. En
honor a su memoria, cuando nació su nieto se le llamó Manuel Pantaleón Simón
Sotz, quien décadas después junto a su esposa Camila Mendoza, fundaron el Colegio Ajpopolí Akwala´
y posteriormente el Ajpopoli Akwala-Noj.
La apuesta por la
educación y el trabajo permanente asegura cambios graduales e incrementales en la condición de las personas y sus familias. Los estudios y el trabajo duro, pueden cambiar la realidad de pobreza y la falta de bienestar de muchos. La educación es habilitante a otros derechos y es la base para
ejercer de manera sostenida los derechos económicos, políticos y sociales.
Ahora, Juventino Silverio, Marta Isabel y yo, honramos la memoria de nuestro abuelo Pantaleón Simón, quien murió en el terremoto de 1976.