jueves, 21 de febrero de 2019




Participan en taller sobre Estándares de Calidad sobre educación extraescolar
22 y 23 de Junio de 2017

Lic. Miguel Ángel Reyes, Dr. Fernando Rubio; M.ed.Juan de Dios Simón, Lic. Enrique Cortéz.

Directores departamentales de Educación y coordinadores de Educación Extraescolar participaron en un taller de formación técnica, organizado por la Dirección General de Educación Extraescolar (Digeex), en el marco del Eje de Modalidades diversas de entrega educativa extraescolar del Plan Estratégico de Educación 2016-2020.
El taller se realizó para fortalecer al equipo profesional de las Direcciones Departamentales de Educación de todo el país, con la entrega técnica de los Estándares de Calidad para programas de Educación Básica Alternativa y Formación Laboral que se implementan en el Subsistema de Educación Extraescolar.
El director del Proyecto USAID Leer y Aprender, Fernando Rubio resaltó la importancia de reducir brechas en el acceso a la educación y consideró el abordaje de los programas dirigidos a jóvenes y adultos excluidos como un acto “de justicia social”.
Juan de Dios Simón, director de Digeex, indicó: “Los estándares no son para uniformizar sino para tener parámetros y referencias de las condiciones institucionales y sus programas para la igualdad de oportunidades de jóvenes que necesitan una segunda oportunidad”.

DIÁLOGOS SOBRE EBI Y SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL


Por Juan de Dios Simón

 Diálogo I
Dialogando con funcionarios de la Procuraduría de Derechos Humanos -PDH, sobre la Situación de la EBI en Guatemala: avances, estancamientos y retrocesos.


Previo a las fiestas de fin de año de 2018, se realizó un diálogo técnico con el equipo ejecutivo y gerencial de la Procuraduría de los Derechos Humanos, PDH. Fue un diálogo respetuoso y de intercambio de ideas sobre el presupuesto, la institucionalidad, la cobertura, modelo, alianzas interinstitucionales, las políticas y estrategias vigentes.  Un caso emblemático analizado fue el fallo de la Corte de Constitucionalidad sobre la EBI en la Antigua Santa Catarina Ixtahuacan.  No todo está perdido, las autoridades ancestrales han hecho valer el derecho a la educación de sus hijos en su idioma y cultura; y el MINEDUC después de dos años de tener mesas técnicas sin resultados, finalmente empieza a dar respuestas, ante un nuevo compromiso del Ministro de Educación.  


 Además, se analizó los datos de la evaluación PISA-D del 2018.  Los resultados de la evaluación nos reiteran y reconfirman que la educación en Guatemala es de mala calidad, tiene baja cobertura vertical y horizontal y con bajo desempeño de los estudiantes en matemática, lectura y ciencias. En general, solo 1 de cada 10 estudiantes pasó la evaluación de matemáticas básicas. Solo 3 de cada 10 estudiantes pasaron la evaluación de lectura y de ciencias. Esta prueba es indicativa de su nivel de desempeño y logro programado a sus 15 años.


 La DIGEDUCA al hacer la evaluación de todos los graduandos en el 2017 también reportó, el agravamiento de resultados cuando se trató de estudiantes indígenas. Solamente 2 de cada 10 indígenas pasaron lectura y escritura de manera satisfactoria, pero en matemáticas 1 de cada 20 indígenas pasó la evaluación estándar de manera satisfactoria -Maya 6%, Garífuna 2%, Xinka 2%- (MINEDUC, 2017). Los graduandos de secundaria pertenecen a todos los centros educativos de sectores; público, privado, por cooperativa y municipales.

La inclusión y la justicia en la educación requieren que todos los jóvenes tengan las mismas oportunidades educativas reflejadas en mejores resultados, independientemente del sexo, etnia, riqueza, educación o trabajo de sus padres”. “En términos generales, el desempeño de los estudiantes de Guatemala está por debajo del desempeño de estudiantes similares en los países de la OCDE, en todos los niveles del índice ESCS” (PISA-D, Guatemala 2018).







Diálogo II

V Congreso Nacional sobre Racismo y Discriminación. - CODISRA-. La Agenda de Desarrollo Sostenible al 2030. 

El objetivo 4 de los ODS indica que hay que garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, para todos.
Este objetivo necesita cuantificarse, se necesita saber cuánto costará el desarrollo, quienes lo van a pagar y las metas deberán incorporarse en la agenda pública y política de educación. La participación indígena en la agenda pública, agenda política y agenda gubernamental es importante, y crucial para el posicionamiento político, la adquisición de recursos económicos, legales, tecnológicos y talentos humanos.
El acceso, la calidad y equidad de la educación pública y en particular de la niñez indígena guatemalteca está en retroceso. A nivel de población estudiantil general, a inicios del 2016 había una cobertura en educación primaria del 82% y lamentablemente según DIPLAN, en el 2018 estamos al 78.21%. Es decir, hemos retrocedido en cobertura. Y en calidad según la DIGEDUCA, de los 148,842 graduandos evaluados a finales del 2017, solo 3 de cada 10 pasaron satisfactoriamente la evaluación de lecto escritura en español. Y en Matemática solo 1 de cada 10 pasó la evaluación. Ahora ¿Cuántos indígenas escolarizados escriben, hablan, leen y conversan en sus idiomas maternos en las aulas EBI?
La pertinencia cultural y lingüística nunca será suficiente si se piensa sólo desde la oferta y no de la problemática de la demanda educativa. Según ENCOVI 2014, hay 1,600,000 jóvenes de 15 a 24 años, fuera del sistema educativo nacional. Es decir, los insumos de calidad de formación docente, innovaciones, modelos EBI y materiales educativos con pertinencia cultural y lingüística preparados desde la oferta no sirven mucho, si los jóvenes están fuera del sistema educativo. Además, mientras no exista un bilingüismo equilibrado en las aulas, esta competencia seguirá siendo un reto para alcanzar por los docentes indígenas.
La educación debe vincularse a competencias y valores útiles a lo largo de la vida y no solo para el ámbito escolar, de lo contrario habrá permanente deserción, abandono y consecuentemente migración irregular y riesgos en la vida de los jóvenes y adolescentes indígenas. En el Altiplano Occidental, muchos desertan por falta de ingresos económicos, inicio de familia y por el mal clima educativo.
Algunas interrogantes para las sesiones de reflexión: ¿Es realista pensar en que lograremos la educación secundaria para todos al 2,030? Nos queda sólo 12 años. ¿Podremos superar la pobreza extrema y la desnutrición crónica, que hace que, de cada 10 niños indígenas menores de 5 años, 4 estén desnutridos? La educación debe contribuir para el desarrollo económico, político, social e institucional de los pueblos indígenas, y en particular, según las metas al 2,030, cada uno de los indígenas debe tener una vida larga y saludable, calidad educativa, y tener ingresos económicos necesarios (PNUD, 2016).
Si no hay cambios estructurales y decisión prioritaria a favor de la educación de los más carentes, excluidos y vulnerables, parece que llegará diciembre del 2,030 y Guatemala nuevamente en su evaluación internacional podrá decir, que no cumplió.  El aumento de inversión financiera a la educación indígena es necesario, pero necesita mayor transparencia y rendición de cuentas. La palabra lo tienen las siguientes tres administraciones de gobierno y las entidades del sistema corporativista de gobierno (Congreso y grupos de interés), porque allí es donde se decide parte importante del presupuesto, los marcos legales y los recursos humanos. Siempre estaremos ante "el ser", y "el deber ser".
Un análisis de la praxeología con la axiología educativa es necesario. Ya tenemos normativa y marcos legales sobre bilingüismo e interculturalidad, derechos culturales, derechos lingüísticos, derechos colectivos, modelo EBI pero lo que falta es cumplirla con presupuesto, voluntad política y que los indígenas ya no tengan tantas barreras en el acceso a una educación de calidad, y que sean protagonistas de su propio desarrollo.