Discurso elaborado para el Panel del Foro de
Naciones Unidas sobre Cuestiones de Minorías
27 al 29 de noviembre de 2019, Ginebra, Suiza
Por Juan de Dios Simón[1]
Buenas tardes respetables representantes de gobiernos, ONG y entidades
que trabajan a favor de la educación de minorías y en particular de poblaciones
indígenas en el mundo. Eventos como este permiten promover tres derechos
fundamentales: derecho a la educación, derecho a la lengua, y derecho a la
cultura.
En la actualidad, todavía hay Sistemas Educativos de los
Estados con políticas de inercia colonial que presionan a que los niños y niñas
de minorías, valoren al poder tradicional del Estado, y se rinda culto al
concepto de “patria” con símbolos, héroes ajenos, culturas ajenas, lenguas
ajenas y paradigmas descontextualizadas a su realidad y lamentablemente los
niños y niñas, como ciudadanos tienen que subordinarse obedientemente a ese
concepto abstracto de la patria, y sin oportunidad de hacer análisis crítico de
sus realidades. Hace 71 años con la Declaración Universal de
los Derechos Humanos se determinó, que es al revés el enfoque, es
responsabilidad del Estado de garantizar los derechos de los niños y niñas. Es
responsabilidad de los Estados de adoptar medidas para garantizar los derechos,
sean estos legales, sociales o económicos.
El centro educativo como
política de escolarización. Es el espacio de enseñanza y aprendizaje en
donde el Titular de Derechos y el Titular de Obligaciones se encuentran. Y en ese encuentro de realidades, puede ser
un encuentro responsable de respeto, de tolerancia y de desarrollo psico
biosocial de la niñez, o puede ser un “encontronazo” traumático, destructora de
la autoestima, por el irrespeto a la identidad, la lengua y la cultura. Por una parte, el sujeto de derechos llega al
centro escolar con conocimientos previos inculcados desde la familia, tienen
idioma y cultura propio, algunos con problemas de desnutrición, algunos con
discapacidad, otros con apoyo de cuidadores y otros no. Por otra parte, el portador de deberes que
se materializa en la presencia del docente tiene infraestructura y mobiliario,
tiene directores, un currículo nacional base, materiales de apoyo, 180 a 200 días
de clases efectivas. Y allí en ese
espacio del centro educativo se logra el hecho educativo y la materialización de
políticas públicas aplicadas a la educación.
Gran parte de las competencias, habilidades y valores para el desarrollo
integral de la persona a lo largo de la vida, se logran o se destruyen en esa
relación.
Los cuatro pilares de la
educación definidas por UNESCO sobre aprender a conocer, aprender a
hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser, se dan en el espacio de aprendizaje escolar, y cuando no se dan, hay circulo vicioso de carencias,
exclusiones y vulnerabilidades.
Las políticas
lingüísticas aplicadas a la educación pública han avanzado en su marco jurídico y estructura, pero no han respondido a las
necesidades, intereses y derechos de poblaciones minoritarios, sino han sido
substractivos, “de inmersión total”; la educación bilingüe intercultural ha
sido una respuesta de los gobiernos para compensar a los mas excluidos. La EIB es reconocida en 17 países del continente
de las Américas, pero la cobertura sigue siendo baja, y de mala calidad. Es casi una educación pobre para pobres
Políticas de Estado y de
Gobierno. En muchos
países donde viven las minorías no existen políticas de Estado sino políticas
de gobiernos que cambian cada cuatro años. Hay cambios en ministros y
autoridades que toman decisiones. Es
importante, que en las transiciones y al gobierno lleguen funcionarios
indígenas y de minorías con capacidad de manera meritocrática que conozcan la
realidad de sus problemas, que velen por el tema del desarrollo de la
educación, lengua y cultura de sus pueblos, y particularmente velen por el
presupuesto.
El indicador principal de
un Estado si le interesa o no su niñez, y si respeta o no los derechos humanos
de las minorías, es el monto asignado en el presupuesto para los temas
de educación e idiomas. Lo demás es un “deber ser” un deseo que se contrasta con acciones y la realidad misma.
Aprovechamiento de
agendas. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG),
2015-2030 pueden apoyar de manera positiva a la Agenda Setting a
nivel nacional. Durante los 15 años de
existencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), permitió que
gobiernos promovieran la primaria universal (en Latinoamérica y Caribe, 8 de
cada 10 indígenas llegaron a la Escuela primaria, como nunca en la historia
mundial niñez de minorías y pueblos indígenas tuvieron educación primaria), y
muchos gobiernos crearon diferentes estrategias para eso. Hubo préstamos específicos con bancos
internacionales (Banco Mundial, BID, KFW) para educación, hubo procesos de
reforma educativa que buscaron la pertinencia cultural y lingüística, hubo
transferencias condicionadas para obligar a padres y madres a mandar a sus
hijos o hijas a la escuela y a centros de salud.
No obstante, para cumplir
con la meta 4, de los ODS del 2030, se necesita hacer más, por eso me permitiré
hacer algunas recomendaciones:
A nivel general
Mejorar los procesos de censos estadísticos de población y de
condiciones de vida, desglosando variables de género, área geográfica, lengua e
identidad étnica. Tener datos de Quienes son, Donde viven, Cuantos son,
es importante para las políticas públicas y programas de inversión pública en
la educación.
A nivel específico
1.
Desarrollar y contextualizar los niveles curriculares.
No basta en tener currículos nacionales; debe haber una contextualización,
adaptación y en particular modelos locales en donde se incorporen la lengua y contenidos
propios de los pueblos.
2.
Contratar docentes con capacidad e
idoneidad. Se debe asegurar que todos los docentes que atiende niñez indígena y
minorías sean bilingües. Es decir que
tengan las 4 competencias lingüísticas de leer, escribir, escuchar y hablar.
3.
Crear programas de Becas a la niñez de
minorías para la transición de la escuela primaria a la escuela secundaria, en
particular hacer énfasis en las niñas de las minorías. Para ello se deberá invertir en los últimos grados de la primaria y en los primeros grados de la secundaria.
4.
Diseñar, imprimir y distribuir materiales
educativos para cada niño y niña. Especial cuidado en el discurso y las imágenes
de los textos. Eliminar estereotipos de género, etnia y de representaciones
simbólica ajenas, que reproducen la discriminación.
5. Uso de la tecnología como herramienta pedagógica y atender con modalidades flexibles de
educación alternativa a la juventud de minorías, que por alguna razón abandonaron
sus estudios, y se encuentran fuera de la escuela. Muchos de ellos son padres
jóvenes, y necesitan educación para el trabajo.
Si los Estados y las ONG no
se comprometen a cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible, según la
UNESCO pasarán 80 años para lograr la cobertura de educación secundaria; y no
habría un mundo mejor para la niñez más excluida y pobre de pueblos y culturas
de las minorías. ¿Quién velará por los derechos a la educación, lengua y
cultura? Manos a la obra. ¡Muchas gracias!
Ver; archivo en videos.
Public policy objectives for education - 12th Session of the Forum on Minority Issues | UN Web TV
[1] Experto internacional en educación y pueblos
indígenas de nacionalidad guatemalteca. Trabaja actualmente como Director
de Programas en Fundación Educación y Cooperación, Educo Guatemala. Ha trabajado para UNICEF, BID, ChildFund y ha elaborado diversas consultorías de Naciones Unidas.
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