APORTE DE UN PROTAGONISTA HISTÓRICO DEL CNEM
Por Juan de Dios Simón.
Un día de estos escribiré sobre mis 6 años de experiencia en el Consejo Nacional de Educación Maya, (CNEM), años
de juventud y de servicio hacia lo que creí era la búsqueda de los fundamentos
de la educación de la civilización maya a favor del desarrollo del pueblo maya
contemporáneo.
El CNEM surgió alrededor de 1993, después de la toma de conciencia de sus
miembros sobre la permanencia de una educación bancaria, alienante, promotora
de la exclusión, marginación y discriminación que enfrentaba la niñez y
juventud indígena de Guatemala. Sumado a esto la educación sin relevancia de
ese entonces.
A los que no conocen la historia de
esta institución, es bueno recordarles que si la institución permanece en la
historia, es porque hubo personas que idearon la existencia de una institución
liderada y auto gestionada por Mayas, algunas veces atractivo para la
cooperación y otras veces no, dependiendo de su énfasis de cooperación y de sus
convenios con el país. Algunas juntas cargadoras, tenían salarios y otras veces
trabajaban adhonoren. El CNEM fue un proyecto político de educación de las
organizaciones mayas y de incidencia para la conformación de un Estado
respetuoso, plural e incluyente de sus ciudadanos; una sociedad nueva después
de la terminación del conflicto armado.
Para el CNEM de antaño, las propuestas políticas no siempre tenían soporte
de financiamiento y por eso, se necesitaba un ente técnico. Las ideas y las
propuestas guiaban la parte financiera.
Antes de esa casa ubicada en la zona 1, que costó 50 mil dólares
aproximados, las oficinas estaban en la zona 10 junto con el PROMEM/UNESCO.
Actual oficina de la UNESCO.
Holanda Países Bajos y la UNESCO habían apoyado la iniciativa de crear un
ente técnico que apoyara las propuestas políticas de las organizaciones Mayas,
esto avalado por el Ministerio de Educación de entonces, y de allí surge el
PROMEM/UNESCO que cumplió con su función en su primera etapa, hacía propuestas
basada en discusiones con las organizaciones mayas pero que en su segunda
etapa, sus resultados estuvieron lejos de alcanzarse, según mi percepción.
Detalles de esto, doy fe porque estuve en las discusiones, en las
evaluaciones de Países Bajos/Holanda sobre el proyecto, y porque conozco las
razones (y los protagonistas) del por qué el Gobierno de Finlandia decidió
hacer convenio de cooperación con el PNUD para que administrara los fondos de PROEIMCA
y ya no la UNESCO. Conozco como el proyecto nacional PROEMBI, y el proyecto
regional PROEIMCA del Gobierno de Finlandia fueron diseñados para darle
continuidad a procesos de la Educación Maya, agregándole políticamente lo de
bilingüe e intercultural al aspecto escolarizado. A la luz de lo que ahora
conocemos como CNB, podemos evaluar si se pudo o no incidir en lo que ahora
comúnmente le llamamos el CNB con pertinencia cultural y lingüística. El
enfoque de culturas y de respeto a la identidad de los pueblos indígenas ni se
asomaban en los libros de Barbuchin o de Lolita.
En 1994 las organizaciones indígenas dedicadas a la educación, habíamos
celebrado el 1 Congreso Nacional de Educación Maya. Allí tanto el presidente
Ramiro de León Carpio, el Ministro de Educación Celestino Alfredo Tay Coyoy y
el Vice-Ministro Manuel Salazar buscaban una plataforma para darle contenidos
educativos al gobierno de transición, surgida después del malogrado gobierno de
Jorge Serrano Elías.
En aquel entonces, la iniciativa de
las organizaciones indígenas, fue aprovechada por los indígenas funcionarios
del gobierno de turno. Bajo la discusión de los Acuerdos de Paz, nos
preguntábamos, ¿Qué propuesta tenemos en las discusiones de los acuerdos de
paz? ¿Hay educación indígena? ¿Hay educación propia?, ¿Qué diferencia hay entre
la propuesta de educación bilingüe con la propuesta de educación maya?.
Soñábamos en hacer realidad el derecho a la educación maya (base en matemática
maya, contabilización del tiempo, cosmovisión, valores y enfoque comunitario) y
activar ese famoso consejo de educación que por muchos años fue inactivo. De
ese Congreso surgieron demandas y propuestas. Gran parte del contenido de la
propuesta de aquel Congreso de 1994, quedó plasmado en la sección de educación
del Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, presentada por
Demetrio Cojti, a través de la Asamblea de la Sociedad Civil en 1994. Posteriormente el Acuerdo fue firmado por
Manuel Salazar, viceministro de educación y representante del Gobierno de
Ramiro de Leon Carpio. La Reforma Educativa para el país surgió de un consenso
maya. Sólo después, llegaron los centros de investigación especializadas
también propondrían sus propuestas desde el enfoque productivo.
Este Acuerdo fue un instrumento de
Derechos Humanos, para el respeto a la identidad e incidencia de las
organizaciones dedicadas a la educación maya en el sistema educativo nacional,
la propuesta no era solamente de educación bilingüe sino educación propia, base
previa a lo que ahora se discute sobre currículo por pueblos o currículo intercultural.
Fue la semilla para la Comisión Paritaria de la Reforma Educativa en Guatemala.
El diseño posterior de la Reforma
Educativa de 1998, después de la firma de los Acuerdos de Paz, fue un producto
de incidencia de organizaciones indígenas, en especial del CNEM. D. Cojti
representaba al CNEM de ese entonces en la Comisión Paritaria. Aliados del
pueblo maya integrados en el posterior CNPRE miembro de la Comisión Consultiva
de Reforma Educativa le dieron continuidad. Por eso, no es casualidad que en ese
Acuerdo, se plasmó el funcionamiento del CNEM y en un acuerdo ministerial
posterior del gobierno de Alvaro Arzú, quedó reconocido al CNEM como el ente
asesor de educación maya para el Ministerio de Educación.
Además se contemplaba la creación de
la Universidad Maya como continuidad de la educación superior para los futuros
gestores y administradores del Estado intercultural y post conflicto.
Propuesta inicial en manos de la UNESCO que con tristeza posteriormente fue
transformada, (según mi percepción) plagiada y manoseada por otras
instituciones mercantilistas de la educación maya. La única propuesta que se
debió apoyar, es la surgida del consenso del III Congreso de Educación Maya,
Saqulew, 2002.
El CNEM es una organización creada y
liderada por indígenas, con sus ventajas y sus desventajas, con sus debilidades
y fortalezas, pero al final maya. El espacio no lo deja pero se podría hacer
autocriticas y el análisis del papel de la cooperación internacional, que en
sus intentos de fortalecer institucionalmente a las organizaciones indígenas, a
veces lo han debilitado más. El CNEM es una de ellas.
Recuerdo a los protagonistas del inicio, finado Héctor Benito de ACEM y
German Curuchiche de CECMA, quienes fueron los miembros de la primera junta
cargadora y su transición. Los otros dos que los acompañaban se habían retirado
porque no había fondos.
Luego se hizo una elección y entró
la Junta Cargadora conformada por Feliciana Mendoza de FRMT, Daniel Domingo
Lopez, PRODESSA, Otto Herrera (el apodado Garimaya de Sociedad el Adelanto), y
Cesar Teni de ACEM primario. Cuatro años después vi el arribo de la tercera
junta cargadora, Juana Vásquez de Ukux Mayab Tinimit, Marco Antonio de Paz del
CEDIM, Anibal Velásquez de la Asociación Xelju, y Roni Mendez de Adeqbi. La
experiencia de esta última junta fue interesante porque obligó a que Países
Bajos/Holanda y el Gobierno de Finlandia respetaran y honraran los acuerdos y
no jugaran con organizaciones del pueblo maya. Hubo encuentros y desencuentros
con la cooperación internacional pero los activos principales del CNEM fueron
conseguidos en esa época, gracias a ellos, gracias a los impuestos de ciudadanos
de estos países.
Desconozco si los subsiguientes
miembros de las juntas cargadoras del CNEM conocen la historia, pero no deben
de olvidar que el CNEM tiene una especialidad que es la educación maya, y puede
ser bilingüe e intercultural pero sobre todo maya. Habrán propuesta de
escolarización y no escolarización pero al final es y debe ser educación maya
para la vida, para el buen vivir, para la plenitud de las futuras generaciones.
No es el etnocentrismo simple que quieren pintar los anti-mayas, y los
propulsores del asimilacionismo, sino la educación base de los valores de
aquella civilización que perdura en el tiempo y el espacio y que nos orgullece
a los mayas guatemaltecos. Tampoco es el esencialismo que busca aislarse del
mundo, sino la educación humana de igualdad que se opone a la dominación y el
racismo cultural. El CNEM de hoy, en medio de la globalización, en esta época
de préstamos, donaciones y fondos de la cooperación, podría convertirse como el
ente asesor que SALVAGUARDE derechos humanos y promueva la participacion de los
pueblos indígenas en el que hacer de la educación. El Banco Mundial y el BID
son instituciones que siempre piden cumplimiento de políticas de Salvaguardias.
El CNEM podría ser un visor de los convenios del Estado a nombre de la
inversión con pueblos indígenas, y en especial permanente visor de la consulta
y participacion efectiva, de los pueblos indígenas en los proyectos que les
afecten. Es decir no descuidaría lo comunitario, y la participacion de padres
indígenas que buscan una educación útil y relevante para la vida. Los padres
indígenas tienen derecho a decidir sobre la educación de sus hijos y el tipo de
educación que quieren.
Continuará…