Visitando el área Tz´utujil sin Maximón
Por Juan de Dios Simón.
Entre las
celebraciones de las fiestas de navidad de 2015 y año nuevo 2016 junto con mi
familia primaria decidimos pasar algunos días alrededor del Lago de Atitlán.
Este lago recién nombrado como el más bello del mundo por el National
Geographic, era el lugar apropiado. El
National Geographic, quiso reforzar el
concepto del Samabaj, “Atlantida Maya” y le agregó aspectos de su espectacular
naturaleza, pero en realidad quienes
sabemos de la historia de los volcanes, montañas y los pueblos indígenas a su
alrededor que lo hacen único sabemos que hay aspectos históricos más relevantes
en la vida del lago, de sus habitantes, poco publicitados, pero hay aspectos económicos que para bien o
mal, combinado con hallazgos de investigación fortalecen el ingreso económico a
miles de microempresarios de Guatemala y microempresarios T`zutujiles. Así que en hora buena por mis hermanos y
hermanas!
Hacía ya una década que
no había venido al área Tzutujil, desde que traje al grupo de belgas (de Bélgica)
quienes apoyaban al colegio bilingüe, propiedad de mi hermano Manuel y cuñada
Camila. Había
pasado como un guía de turistas, sin serlo, habíamos visitado varios lugares turísticos, incluido el santuario de Maximón, esa
vez, aunque esta vez no era el objetivo. Ya en
Panajachel, lado Kaqchikel de Sololá habíamos estado muchas veces tanto por
placer como por trabajo, y estábamos acostumbrados a sus hoteles, comida, y
textiles. Nuestro recorrido ahora, fue antropológico,
pasamos por Santa Maria Visitación, Santa Clara la Laguna, San Juan la Laguna,
San Pedro la Laguna y finalmente Santiago Atitlán.

En cada pueblo tomamos o
comimos algo, conversamos con los paisanos. Algo que me llamó la atención en
Santa Maria Visitación, además del parque pequeño, municipalidad ordenada con fotografías
de todos sus alcaldes, fueron sus pinturas gigantescas de su historia frente al
teatro al aire libre. Había tres pinturas llamativas, una imagen antes de la
conquista, otros después de la conquista, y la otra claramente en los tiempos
de Rios Mont. Una cosa que lo digan algunos grupos pero que aparezca como
memoria histórica del pueblo, fue sensacional. Los
centros turísticos y ecológicos que vimos alrededor fueron varios, y uno de
ellos espectacular por la vista al lago. El colorido de trajes, artesanías,
y la cantidad de turistas alrededor del lago y de los pueblos, fue notorio.
En el libro Anales de los Kaqchikeles, se puede
leer el origen del pueblo Tzutujil y como se quedaron asentados por el lago. Su historia es fascinante porque en algún
momento de la historia también fueron aliados con los Pipiles y dominados por
los Kiches. Historia de antes que
explica del porque alrededor del lago, aún están presentes, co-existiendo en el
territorio junto a los Kaqchikeles y Kiches. Los A'Tziquinaha (Los de la Casa de Pájaros)
aun están presentes.
Nuestra estadía
principal fue en Santiago Atitlán. La calle principal de Santiago ha cambiado, hay
más ventas, más artesanías, y más servicios de cafetería, internet y hoteles
que hace una década. La mayoría de hoteles son para turistas mochileros, no
tienen parqueo por lo que buscamos uno, un poco más selecto y con parqueo. Teníamos vista al Lago y fue hermoso
despertar con la luz del sol reflejado en las montañas. Fueron noches silenciosas y de buen dormir. Constaté que el lago
aun es azul a pesar de las circunstancias denunciadas de contaminación. A lo lejos se podía ver aun a mujeres lavando
a su alrededor, pero al mismo tiempo rótulos grandes (tipo propaganda política)
en donde se vinculaba el castigo de Dios en caso no se preservara el lago. Una
combinación de conciencia ambiental y la fe cristiana. Algo innovador.
Mientras caminaba a sus
alrededores, sus calles angostas, empedradas, y ver jóvenes caminando, y disfrutando de cafés y aparatos electrónicos,
pareciera que atrás quedó la tristeza de la masacre ocurrida en los 90s frente
al Destacamento Militar de Panabaj, en donde el pueblo de Santiago Atitlán, y
sus líderes fueron recibidos con balas por el Ejército, y no en paz, pero al final, el pueblo organizado logró que
el Ejército
saliera de su pueblo, no sin antes comprometerse de su propia seguridad. Quienes
conocemos esta historia sabemos del dolor, del sufrimiento y la agonía de huérfanos
y viudas. Los estudiosos dicen que fue en un día B´atz cuando conquistaron a
Santiago, y también fue en un dia B´atz cuando llegó la alegría al pueblo de
Santiago Atitlán, su liberación del destacamento que ellos consideraron como el
causante de sus dolores. Algunos le agradecen al Dios y otros directamente a
Maximon.
Fue hermosa
la experiencia de contemplar la naturaleza del lago. Entre San Pedro y Santiago hay una carretera
nueva, en buen estado en la mayoria del tramo, pero hay un tramo todavía de 4 kilómetros
que si no tienes un 4x4 será menos placentero llegar al destino del lugar. Excepto eso, la historia del viaje fue
bonito, porque además de manejar lento, parabamos en miradores, comíamos boquitas
y bebiamos lo que llevábamos. El comprar,
negociar los precios, ir en lancha alrededor de pueblos, fue bonito. Mi
beba Sofía disfrutó más el paseo por lancha que nosotros. Se alegraba por pequeñeces pero significativos
para ella. Sonreía al ver patitos nadando y ver lanchas que ella decía
eran “barcos grandes”.
Algo
espectacular fue la visita a la iglesia MIEL de Santiago Atitlán, la iglesia quizá
tiene capacidad para unas15 mil personas. Fue emocionante ver, miles de
mujeres con cortes, güipiles y su idioma tzutujil como medio de comunicación.
Era un mar de personas cantando himnos cristianos. Es notorio que en Santiago
Atitlán, la Iglesia MIEL dirigido por el pastor y apóstol Gaspar Zapalu ha
crecido enormemente, tanto su infraestructura como en el numero de sus miembros ha aumentado, su historia está
ligada al anterior ministerio ELIM de Ottoniel Rios Paredes, y claro, en Santiago Atitlán, además de lo evangélico,
el catolicismo y los seguidores de Maximon co-existen. Después de visitar la iglesia MIEL, y de preguntarle a mi esposa si queria después queria conocer el santuario de Maximon, dijo que no. Que será en otra ocasión. Es por eso, que creo que nuestra visita al area, fue hermoso, aun sin Maximón.
En al
trayecto pensé en la historia de cientos de años, de la veracidad o no del
Panabaj en contraste con lo que dice el Popol Vuh o Anales de los Kaqchikeles,
como la madre naturaleza sigue allí, generaciones de agricultores, pescadores y
artesanos que se han ido y heredado su modelo y sustento de vida. No hay duda que los acuerdos de paz firmados
en 1996 sirvieron para algo, en especial permitió que este pueblo con libertad
y sin ideologías de izquierda o derecha, de nuevo se dedique al comercio y a lo
social, desde su propia visión. Eso me lo confirmó un anciano al preguntarle
como había cambiado el pueblo desde hace una década, y él me corrigió diciéndome
“cambió desde la firma de la Paz!, es decir desde 1996. Miles han vivido, han muerto sustentados por el lago, y
miles siguen viviendo del lago. La representación
de la mujer en la ficha de 25 centavos es de Santiago Atitlán y pudimos verla,
tomarse fotos con los turistas. La mujer original, ya murió hace 8 años, pero un familiar la representa. En el parque central hay una ficha enorme de 25 centavos donde se tomó fotos mi bebita.

Quizá la cosmovisión
del pueblo Tzutujil sea basada en su relación con el agua, su historia con el Lago y las
montañas de su alrededor. Agregado a la parte espiritual de los pueblos
alrededor del lago, el turismo internacional ha ayudado mucho a Los Tzutujiles
a mejorar económicamente. Yo podría decir que todos los sectores se han
beneficiado del turismo, desde hoteles, restaurantes, pinturas, artesanías y
lancheros. Los mercados se han ampliado. La infraestructura de casas de tres
hasta 5 niveles, ya es notoria. Hay inversión en mejoras y nuevas
construcciones, que es un indicador económico.
En
nuestro recorrido un lugar donde nos detuvimos con mayor tiempo fue San Pedro
la Laguna. Increíble la cantidad de escuelas de español. Vimos a europeos
y norteamericanos aprendiendo con vista al lago. Hay buen café, buen sabor, nada que
envidiarle a Barista, Star bucks o Cafetalito.
Me parece que la comida también ha mejorado y se ha diversificado debido
a la demanda internacional.
Lo que
lamenté es ver esos muelles pocos seguros, tablas pocos seguras por donde los
viajeros caminan para llegar a las lanchas.
Están descuidados y la basura no siempre está en su lugar. Pensé que las
municipalidades deberían invertir más, para la seguridad de los visitantes, y
comprender que la pobreza no es belleza para el ojo del turista; el descuido es notorio, y no es cultura, sino lo contrario. Con excepción de Santa Maria
Visitación, la crítica quizá sea que aún existen bajos niveles de escolaridad en los pueblos alrededor del lago.
Fue lindo
ver mujeres y hombres aun con sus trajes típicos, algo que ya no se ve en los
pueblos más urbanos. Será importante estudiar de como el comercio alrededor del
lago, lejos de asimilar o matar la lengua materna, la ha fortalecido. Miles aun hablan en su idioma materno Tzutujil,
además del español e iniciando en su idioma Inglés. Me parece que hay algunos que no saben
español, pero hablan Tz`utujil e inglés por la naturaleza de sus negocios.
El lago de
Atitlán y sus pueblos a su alrededor los tengo guardados en mis recuerdos, algo
lindo y maravilloso, mientras contemplo la cantidad de fotos tomadas. Mirian y Sofia tienen ahora un traje completo del pueblo de Santiago. Hay interculturalidad entre los pueblos indígenas.
La misión cristiana MIEL la llevo en mi corazón
no porque sea tan cristiano, sino porque hay una historia del primer apóstol indígena
del pueblo Tzutuhil que fue reconocido, no solo el Pastor General de las Iglesias Elim,
sino cuando en medio de peleas sobre intereses eclesiásticos, fue elegido para
liderar tan importante misión, no solo en Guatemala sino alrededor del mundo.
No me olvido de un sabio
maya que en su momento me dijo: “para que no te olvides de la comunidad, y que nunca dejes de saber lo que el pueblo piensa y
siente, cuando viajes, no te olvides de
viajar a los territorios de nuestros ancestros, vete a la comunidad, conversa
con la gente sencilla, allí encontrarás
muchas respuestas”. Creo que he seguido
este consejo, y espero siempre retornar a estos pueblos con historia ancestral que mantienen un legado etico y espiritual invaluable para el sustento de nuestra propia humanidad.