La efectividad
de las cantantes indígenas mayas, con un mensaje cristiano intercultural.
Por Juan de Dios
Simón.
“Jesucristo fue el primer ideólogo
de la interculturalidad” me dijo una cantante cristiana evangélica. Quedé sorprendido ante su afirmación!. Su
argumento era que uno de los mensajes clave del cristianismo era amar al
próximo, a la otredad, al diferente y particularmente a lo que el mundo de élites no
creyentes ha catalogado o considerado inferiores, despreciables, débiles, enfermos,
inútiles e inválidos. Desde el inicio
percibí que el mensaje de esta colega venia de una convicción, de una fe poco
ortodoxa y tradicional, que no se basaba en dogmas de fe, sino en análisis de
discursos y coherencias de vida de líderes que han transformado el mundo. Ella coincidía con la aspiración de “Todos
somos creados iguales y que el mismo creador y formador del Universo, nos dio
derechos inalienables” tal como fue reconocido en la Declaración de la
Independencia de Estados Unidos. "Ya no creer en Reyes ni lideres religiosos como los
únicos interlocutores con Dios fue el rompimiento de jerarquías creadas de
control social y que hacia que unos eran los "escogidos" para gobernar y los otros eran los "destinados" a la esclavitud" dijo. Lo anterior tiene como fundamento histórico lo dicho por Pablo,
que ya “No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni
mujer; porque todos son uno (un cuerpo) en Cristo Jesús”, haciendo referencia a
Gálatas 3:28.
En ese marco de ideas, quiero
ejemplificar la supra-cultura del cristianismo que atraviesa la cultura
maya, lenguas, tradiciones y es respetado debido a su permanencia de siglos en
la sociedad, y ahora es promocionado a través de la música por nuevas generaciones, simultáneamente en diversas lenguas, culturas, pueblos y nacionalidades. La diversidad y pluralidad del mundo indígena es real. Hay conservadores, marxistas, católicos, evangélicos, guías espirituales mayas, y muchos que participan en diversos partidos políticos. Es una realidad compleja en lo macro y al mismo tiempo simple desde la cotidianidad de la vida de familias y comunidades.
El derecho humano a la libertad de religión
que están ejerciendo muchos indígenas de Guatemala; que intencionalmente no
buscan la práctica de la espiritualidad maya y ancestral, sino han encontrado
su bienestar espiritual en la teología y doctrina judía-cristiana, es respetada. Se aleja de los intentos de mayanización estandarizadora. Han resignificado la palabra indígena en su
cotidianidad, no consideran su cultura como “atraso” y han transformado
semánticamente la realidad del colonialismo interno. Sería fácil
descalificarlas como “manipuladas por la religión y controladas por los
poderosos colonialistas”, pero sería un tremendo error debido al nivel de
racionalidad mostrada, estándares éticos y morales de su vida, y su capacidad de analizar críticamente,
pensar autónomamente. ¿Son mas o menos mayas ellas por los marcadores culturales de lengua, traje, espiritualidad y amor a la naturaleza? ¿Es suficiente la auto identificación de pertenecer a un colectivo? La imposición histórica
del catolicismo romano en tiempos de la conquista y colonia en Guatemala ya no es lo que
hay en las comunidades rurales del siglo XXI. Antes hubo violencia total, ahora hay persuasión. Ahora hay evangelización y por convicción o por voluntad propia cientos de miles de indígenas mayas, aceptan o rechazan la idea teísta, de la existencia de un ser creador y
formador.
Miles de indígenas amazónicos de otros países de la América del Sur han aceptado el cristianismo, debido a que los misioneros les enseñaron a leer y a escribir, a leer el Nuevo Testamento en sus idiomas maternos y dejar el alcoholismo, que según muchos de ellos, generaba violencia intrafamiliar. El aprendizaje de la lectura y escritura, permitió también la comprensión de sus derechos humanos y fortalecieron sus estructuras organizativas. Esto está claro en la historia de la FEINE (Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador). Un Pastor en confianza me dijo: "La opresión social no se termina con políticas sociales y económicas a lo marxista o según la teología de liberación que quiso juntar “guerrilleros y sacerdotes” para liberar humanamente a los pueblos. La opresión terminará como consecuencia del reconocimiento de que estamos esclavizados por el pecado, y que tanto gobernantes y gobernados, necesitamos de un Salvador, y solo a través de conocer la verdad personificada en Jesús, seremos libres y todos y todas como criaturas de Dios comprenderemos que al explotar al próximo, o robar al otro, o ser indiferentes hacia los mas despreciado del mundo, solo contraviene el mensaje de amor a los demás". Este razonamiento parece ser lo que está detrás del porque las dirigencias evangélicas descentralizadas pocas veces aparecen en posicionamientos políticos ante la realidad económica, política y social del país. Hay poca protesta contra el gobierno, por ejemplo. “Lo que necesitamos es una revolución moral”, dice. No obstante, es comprensible por la dimensión de su análisis, del dar al Cesar lo que es del Cesar (el gobierno humano, mundano) y a Dios lo que es de Dios (El reino de Dios en el cielo y la tierra).
Hay pocos estudios que analizan y dan conclusiones de como la iglesia cristiana evangélica en Guatemala aborda el tema subjetivo y espiritual. La mayoría de los estudios lo vinculan con el poder político o económico. Muestran la instrumentalización religiosa para alcanzar fines políticos y creen que el protestantismo es una plataforma política-religiosa. Pocos analizan del como está generando mayor simpatía y tiene una expresión política, económica y social pero su base no está solamente en la dimensión material; no es la idea del evangelio de la prosperidad, sino se fundamenta en la parte subjetiva, en la parte espiritual y en las necesidades contextuales de quienes buscan una esperanza, una salida y un descanso en un contexto en donde hay más problemas de racismo y exclusión que soluciones.
Quienes están en las cárceles, quienes tienen a un familiar enfermo, quienes no tienen trabajo, quienes han perdido a sus padres, quienes sufren de alcoholismo, las viudas, las adolescentes embarazadas que dejan de estudiar, quienes tienen un matrimonio fallido o quienes por diversas razones han abandonado a sus familias; necesitan un mensaje de apoyo, de comprensión, de abordaje emocional y de amor con responsabilidad. Mandarlos al infierno!, y atribuir su sufrimiento a una causalidad de fe, es engañoso y hasta perverso. Es contraproducente, es destruir más su vida espiritual, ya que muchos ya viven el infierno en la tierra! por sus limitadas oportunidades, me dijo un diácono. Si Jesucristo vino para sanar a los quebrantados de corazón, perdonó a los pecadores, no juzgó la condición de prostitutas ni a ladrones confesos en la cruz, ¿Quiénes somos nosotros para juzgar?, dijo el diácono.
Prominentes líderes políticos de ideologías de izquierda y
populistas de derecha conservadora han ofrecido cada 4 años desarrollo para
todos, muchos lideres indígenas hablaron sobre el desarrollo con identidad, desarrollo desde lo propio pero el "cacareado" desarrollo no ha llegado a las comunidades indígenas a pesar de diversas entidades tales como el FODIGUA, porque mucho de las políticas de inversión se hizo por ellos, para ellos pero sin la participación indígena. La lealtad étnica no es la que prevalece en los partidos políticos sino la lealtad al cacicazgo político y lealtad al dueño de los partidos políticos. Lo que se ha visto es más desigualdad, degradación, corrupción, nepotismo, injusticias y la única válvula de escape que han encontrado los pueblos, es la mínima democracia y las elecciones cada 4 años. ¿Cómo poner la confianza de bienestar de mis hijos y mi familia, en los
humanos, si todos fallamos?, me dijo la cantante cristiana. Aparentemente, confiar en la clase política tradicional
es hacer más de lo mismo, esperando que los resultados sean diferentes. "Mejor pongamos la confianza en Dios, y con nuestro trabajo, esfuerzo propio, saldremos de las muletas que nos han impuesto" dijo al finalizar.
En medio de las múltiples ideas,
agenda políticas, gubernamentales y globales, allá en los pueblos
rurales del altiplano occidental, donde antes se tocaba el tambor y la chirimilla, está surgiendo un nuevo genero musical, la
experiencia, lenguaje y efectividad de la música, voz y mensaje cristiano que tres
mujeres jóvenes de origen maya K’iche’, Kaqchikel y Tz’utuhill; empiezan a impactar. La cultura y la contra cultura coexisten en el tiempo y en el espacio. La dualidad y complementariedad entre la cultura propia y la cultura universal, siguen firmes
en las diversas cosmovisiones, y se plasma en la cotidianidad.
La naturalización del ciclo de
exclusión, pobreza y la marginación no es el destino. Mi amigo el Pastor me dijo "cuando uno pasa dificultades, la pregunta no es por qué me pasa esto, sino es mejor preguntarse, el para que me pasa esto". Se debe valorar los fracasos para aprender de ellos. Esto es comprensible al escuchar la música de Ana
Gonzales de Chinique de las Flores, del departamento de Quiché; Celica Xamines
cantante maya de Santa Lucia Utatlán, Sololá y Evelyn Edith de San Juan
Sacatepéquez. Si usted los busca en
Facebook, YouTube, Instagram y en Google las encontrará.
Quienes las hemos escuchado, las
tres artistas nos sorprenden por su convicción, su pasión y por su sinceridad de
querer superarse en la parte espiritual, y con la convicción de que eso mismo, les traerá la prosperidad integral, y no al revés. Ellas utilizan un lenguaje coloquial comprensible a su contexto, tono de
voz femenina elevado cuando es necesario y señalización con las manos, y dedos
al exponer puntos importantes del mensaje cristiano y hasta la utilización de humor
(Tuchez Trejo, 2015). Al analizar parte
de la historia de estas cantantes jóvenes, se puede percibir que ellas vienen
de familias indígenas mayas -que sin tener el posicionamiento político de ser
del pueblo maya- saben que son kaqchikeles, o K’iche por la comunidad
lingüística a que pertenecen; y su mensaje se hace efectiva porque dan respuesta
inmediata a las necesidades espirituales locales, de sus comunidades.
No se auto identifican como
ladinas o mestizas, ni garífunas, y si declaran venir de padres y abuelos pastores,
cantantes y evangelistas que usaban el idioma maya para predicar el evangelio
de Jesucristo. Es decir la interacción de la cultura maya y la supra cultura cristiana en el tejido familiar. Su mayor auto identificación
es declararse mujeres “hijas de Dios” que contrasta con las categorías de mecanización cultural. A
su corta edad, diferencian entre los estándares de una vida humana regido por el índice de desarrollo humano versus una
vida guiada por el espíritu que se siente a través de la paz, gozo, paciencia, etc. Reconocen que al igual que cualquier otro joven, a veces enfrentan
limitaciones financieras, tentaciones y la falta de experiencia sobre el mundo
sobrenatural; pero "todo lo puedo en Cristo quien me fortalece", reclaman.
Al escucharlas, se denota experiencias previas, influencia de sus padres, en previas
generaciones fueron expuestas a la música con instrumentos como concertinas,
pianos, guitarras y trompetas; y de allí les nació el sueño de “servir” a
través de la música y de su voz. Desde niñas acompañando a sus padres, visitaban
las aldeas, dialogaban en su idioma maya y eso dejó sembrado las semillas
básicas de su cultura y lengua, están orgullosas de su vestimenta maya, pero
por sobre todo, “servidoras de Dios”. “No importa si soy judío, gringo o japonés,
ante los ojos de Dios lo que importa es la integridad de mi corazón y mi sincero deseo de adorar
a ese Rey de Reyes” me dijo una de ellas.
Ahora viven bien. No todas vienen de una estabilidad
económica ni emocional, sino todo lo contrario, una de ellas tuvo la experiencia de la
pobreza y juntaban el dinero poco a poco para pagar sus estudios. Vio la muerte de hermanos y hermanas. La otra enfrentó a su padre alcohólico,
violencia intrafamiliar y hasta fue testigo de suicidios de jóvenes de su edad. La otra tuvo el bienestar material pero sus
padres y familiares migraron para los Estados Unidos, creció sola y muchos miembros
de su familia extendida, pasaron por la depresión. El drama familiar,
fortaleció su seguridad y experimentaron el bienestar subjetivo que usualmente es denominado como el poder espiritual.
A una de ellas le pregunté, ¿Cuál era su historia al iniciar con su carrera de cantante? y me dijo “que no podía callar lo que había vivido y recibido de Dios, y cantaba a Dios para que otros jóvenes tengan la esperanza en el amor del Señor Jesucristo”; y algo que me impactó fue cuando me dijo, que en su niñez tuvo deseos de quitarse la vida, y por eso, se sentía inmerecida de la gracia de Dios; hacia suya la afirmación de “…que a lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte” haciendo referencia a Corintios 1:27.
Quizá quienes trabajamos en el mundo de desarrollo, a través de investigaciones, incidencia, ayuda humanitaria y desarrollo de capacidades, quizá nos hemos olvidado de apoyar la parte subjetiva y espiritual, que tanto se necesita en las comunidades mas excluidas.
En todo esto, reflexiono que ellas NO vienen de elites intelectuales ni pertenecen al poder religioso de Status Quo. Ellas no vienen de escuelas teológicas y de formación doctrinal. Ellas desde la subordinación cultural -conscientes o no- se conectaron a una idea de "divinidad", de ayuda que viene de lo alto, ayuda que viene del universo, identificaron su talento en sus voces para cantar, y utilizan las mismas herramientas del "opresor" para liberarse y promueven un mensaje de un creador y formador. Por eso, es un error teórico y poco académico considerar a estas indígenas jóvenes, quienes
practican creencias y una supra cultura como el cristianismo, de ser
manipuladas psicológicamente por lideres egoístas, considerándolas incapaces de
pensar por ellas mismas. Encasillar a los
jóvenes evangélicos como aquellos que viven bajo el colonialismo y son esclavos
de la dominación cultural, impuesta por clases dominantes deja de tener validez, porque “podría ser un pensamiento de viejos”, ante las realidades de que mucho de
estos jóvenes están cansados de políticos e ideologías de adultos que prometen
su desarrollo, su liberación económica y bienestar material, y esto nunca llega. Ahora ellos y ellas lo que buscan son oportunidades, no tutelajes, buscan bienestar
espiritual, agencia, bienestar en sus relaciones y en el mundo subjetivo. Algo así, crear su propio camino, como la paz que se encuentra en la
profundidad de la madre naturaleza, en la música, en la poesía y en los frutos
del espíritu.
Estemos a favor o en contra de las decisiones de ellas; las consideremos víctimas o campeonas de su contexto; lo que si es
cierto es que las hermanas mayas y sus alabanzas están llegando a miles de jóvenes, levantan el autoestima individual de muchos, tienen un
mensaje diferente que está tocando la dimensión subjetiva y relacional de
muchos jóvenes. Se conectan con la dimensión espiritual, el abuelo de abuelos, el mismo creador!. La cantidad de jóvenes que quieren irse a Estados Unidos o
enfrentar situaciones difíciles ante el embarazo en adolescencia necesitan de
atención; respuesta y que mejor que tener otros referentes alternativos; de joven a joven.
Ana Gonzales con el tema de “Tengo un nuevo Amor” y “Hoy me desperté en la madrugada”, eleva una exaltación al ser supremo, reconoce las debilidades humanas pero también da claro mensaje a aquellos que como religiosos fariseos, viven en la hipocresía religiosa. https://www.youtube.com/watch?v=ADF8YJXvA0U; y https://www.youtube.com/watch?v=GOFCkSzw9vQ
Celica Xamines, me llamó la atención al escucharla con el himno “Aquí estas” y su historia de como su hermana murió. Ahora tiene un espacio en una de las iglesias megas de Guatemala pero con lágrimas agradece por su salvación y por la oportunidad de cantar: https://www.youtube.com/watch?v=flWORwNOie8,
Evelyn Edith, más joven aún, con el himno Dios estaba allí. https://www.youtube.com/watch?v=mgXFWphm9j4 y Si tu presencia conmigo No
Va. https://www.youtube.com/watch?v=9BVOmY1HSjc , está llegando a
mucha juventud indígena rural.
Ellas no parecen creer en la mano invisible según la analogía de Adam Smith, aduciendo que la economía de
mercado sería capaz de alcanzar el bienestar social máximo. Mas bien, ellas
creen en la mano invisible de Dios, “Mi padre celestial sostiene todo el mundo
en sus manos”, me dijo una de ellas. ¡Si vivo para él vivo, y si muero para él muero, soy de él, le pertenezco". De la mano de
Dios, nadie nos puede arrebatar! lo dijo con convicción. Ante esto, no hay discurso, narración ni palabras que puedan persuadir; excepto si no es por una revelación. El conjunto de ideas y creencias expresadas, es respetable.
Este nuevo liderazgo juvenil a través del genero musical, abre
otros caminos y ventanas de oportunidades para quienes buscan una
respuesta del para qué, el propósito de la vida. La música es una de las expresiones culturales mas fascinantes de las culturas, que ahora están para quedarse. Tienen mensajes refrescantes y estructuradas para el cambio de comportamiento. No entran en las categorías sociológicas tradicionales.
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